martes, 22 de abril de 2014

"El Arte de Amar" de Erich Fromm

Resumen de las principales ideas.
El enamorarse no es lo mismo que amar.
Tú decides a quien amar.
No puedes amar a quien no te ama.
El amor está basado en la realidad.
El amor no es ciego.
Sí, el amor está basado en la realidad,
pero también tus sueños los puedes alcanzar.
Por eso analiza y busca la forma de encontrar
el amor en la persona de tus sueños.
Empezamos a amar no cuando encontramos una
persona perfecta, sino cuando aprendemos a ver

perfectamente una persona imperfecta."

Carta a los escribas.

Además... amigos escribas, tengo que comentaros otra vivencia que hace que estos días me encuentre bastante perdido y confuso en este desierto virtual proximo a Sión: tuve un encuentro intercultural con un karateka guineano, cinturón verde, que fué a ofrecerme amablamente toda la oronda bola "color cacao" de su enorme pie derecho, una planta del pie, en perfecto ángulo de inclinación, lanzada a unos 100 kilómetros por hora, contra mi sumisa y humilde persona, hasta estamparla directamente contra el lado izquierdo de mi labio superior, en una extraordinaria patada circular, un excelente “mawashi geri” hecho realidad, como si hubiera sido dibujado con un mágico tiralíneas por un dios invisible y realizado y llevado a cabo por el guerrero afro-japonés con una ejecución perfecta, inverosímil, digna de un largo y merecido aplauso. (Lease apluaso, con el labio torcido).


Parezco Ester Cañadas en versión masculina, pero sin nada de silicona, parezco un extraño ser invertebrado, de extraños labios, oníricos, Dalínianos. Mis labios son una terrible hinchazón motivada quizás por una alergia (alergia a las patadas en la cara).


Pero bueno, mi aspecto físico no es quizás lo que más me preocupa, ya sabéis que lo físico, és fútil, temporal, tan sólo un espejismo, sino realmente lo que me hace padecer es el hecho de que mis labios – de momento- no me sirven por dar ningún beso a mi Amada, eso sí, a mí si, se me pueden dar besitos, suavemente, con delicadeza, dosificandolos, con cuentagotas... de Amor.


El mareo que me ha acompañado durante 2 días, y sobre todo las ganas de vomitar, si que debe ser serio. Ya que deduzco que la posibilidad de que esté embarazado es muy reducida, puesto que cada mañana yendo al lavabo, compruebo de manera táctil que continúo siendo un hombre y - por el momento- la posibilidad de reproducirnos los hombres a nosotros mismos es de cero (supongo que la naturaleza es muy sabia).


He llegado a la conclusión que el mareo y las ganas de vomitar fueron posiblemente el residuo de una pequeña conmoción cerebral... (si se le puede decir pequeña a una conmoción en el cerebro, por muy pequeño y desaprovechado que yo lo tenga).


Ahora me encuentro con un ligero dolor de cabeza pero el labio continúa sobredimensionado.


Algunos Fariseos, me comentan que con los Romanos, y demás ocupantes de nuestra Tierra Santa... no se puede bajar la guardia, que le ofreces tu mano y en cuanto dejas un hueco te colocan la planta del pie.


Más yo os digo hombres de poca Fe, este jueves volví al dojo a entrenar con él y le ofrecí de nuevo, la otra mejilla...


Ahora ya tengo todo el labio simétrico. Aunque ahora un tanto más inflado.

25 preguntas

Mis 25 preguntas

Describe a tu pareja ideal

Mi pareja ideal es alguien con el que compartir la vida, los sueños y con el que envejecer-rejuvenecer juntos y con ilusión apurando lo más hermoso de la vida. Su nombre es Eva.

¿Qué es para ti importante en una relación?

La confianza y la sinceridad

¿Qué relación tienes con tus padres?

Me dieron la vida, que es lo más hermoso que alguien te puede regalar. Deseo para ellos lo mismo que quiero que mis hijos quieran para mí y para los hijos de mis hijos ad infinitum, amén...

¿Qué te hacer reír?

Casi todo, situaciones diarias divertidas, ocurrencias de los compañeros, de los niños, películas desternillantes y hasta mis propias desgracias...

¿De qué estás orgulloso?

De mis hijos.

¿Qué es para ti el éxito?

Tener la satisfacción de haber tenido una vida útil.

¿A qué le temes?

A la soledad absoluta, al estar aislado incluso de mi mismo.

¿Por quién o qué arriesgarías tu vida?

La vida la arriesgamos gratuitamente cada día con sólo coger el coche para ir trabajar.

¿Cuál es tu signo zodiacal?

Mono

¿Te gusta leer? ¿Cuál es tu libro favorito?

Sí, me gusta la novela histórica, casi con pasión. No soy hombre de un solo libro.

¿Qué te llevarías a una isla desierta? Menciona sólo tres cosas.

Nunca me iría a una isla desierta, debe ser muy aburrido.

¿Cómo serían tus vacaciones perfectas?

En un velero, navegando de bolina, sintiendo el aire húmedo en la cara y el sol reflejandose en el foque.

¿Te gustan los animales?

Con salsa agridulce...

Es broma... Ahora empiezo a comprenderlos y a verlos como iguales o incluso superiores, en honradez, bondad y sinceridad a nosotros que nos llamamos "humanos".

¿Estás contento con tus ingresos?

No, soy un inconformista.

¿Qué importancia tiene para ti el dinero?

El dinero no dá la felicidad pero ayuda a encontrarla. No obstante, el amor no se compra, como tampoco la amistad ni el calor de un hogar...

¿Cómo te describirías físicamente?

No me describiría, si alguien quiere conocer mi físico, que mire la foto de perfil.

¿Sabes cocinar?

Estoy en ello.

¿Qué te gusta desayunar?

Leche con Colacao y galletas, si es posible un buen bocadillo,

¿Cuales son tus pasatiempos?

Estudio, vivo el kárate goyu-ryu, segrego endorfinas haciendo footing, leo libros que me hagan pensar y escribo de tarde en tarde en este blog que tienes delante de tus pupílas .

¿Te gusta ir al cine? ¿Qué estilo de películas prefieres?

De las que te ponen la piel de gallina, te hagan reir y te hagan llorar. Lloro en las pelis no lo voy a negar.

¿Qué tipo de música escuchas?

Mientras hago footing escucho ChillOut, Rock, Swing, Rhytm and Blues, Blues, thecno, house y finalmente, los últimos minutos de carrera antes de volver a casa... alguna pieza clásica.

¿Qué es lo que otros valoran en ti?

Me dijeron un día mis compañeros de trabajo que siempre estoy dispuesto a ayudar y que ofrezco seguridad y confianza.

!Ojalá sea verdad!

¿Qué significa la religión para ti? ¿Crees en Dios?

Las religiones son un intento de la humanidad para explicar lo inexplicable. Dios, debería existir.

¿Qué te da vergüenza?

La política y la banca española.

¿Cuánto valoras a tus amigos?

¿Quien soy yo para valorar a nadie? ¿quienes somos para ir puntuando, valorando o categorizando a la gente?

Caer de un puente con paraguas.

Paseaba lentamente, cojeando, dolorido, por el puente de Vallparadís, fumandome el último cigarrillo Whinston de mi arrugado paquete de tabaco, me deslizaba lentamente, pero con dignidad, por las remodeladas aceras de estética naútica, - otro prodigio más del urbanismo surrealista de la ciudad donde nací...

Me detuve un momento , justo en el lado izquierdo, en el lugar por dónde un primo lejano de mi padre se arrojó, en los años 60, utilizando un enorme paraguas negro a modo de paracaidas; las varillas naturalmente, conocedoras sensatas de las leyes de la física, se doblaron hacia atrás forzadas por la presión del aire y el episodio –previsible- acabó en una absurda caída que afortunadamente fué frenada por las ramas de los frondosos árboles existentes en aquella época.

A toda la família les pareció increíble que sobreviviera. Como increíbles me parecieron siempre las historias que se contaban de él sobre su misteriosa capacidad de poder ver el cuerpo desnudo a través de la ropa, siempre y cuando el tejido fuera de color rojo. En el fondo la envídia.. me hacía fantasear con la posibilidad de haber heredado en mis genes algo de ese prodigioso milagro sensorial.

Lecturas veraniegas

Durante estos días de aparente tranquilidad, he tenido la suerte de disponer de más tiempo para poder leer que el que acostumbro a disfrutar durante el resto del año. Este regalo del sistema, me ha permitido sumergirme de lleno y sin salvavidas en tres estupendas obras que una tras otra me han refrescado la mente y el cuerpo casi tanto como si me hubiera lanzado desnudo a las gélidas aguas de un frío lago de alta montaña.
Os invito a daros un chapuzón en:
"El camino del Zen" de Alan Watts.
Una obra muy completa. Antecedentes, conceptos básicos, aproximación a la visión oriental desde nuestra perspectiva occidental.
"Zen en el arte del tiro con arco" de Eugen Herrigel
Una experiencia particular. Para amantes del tiro con arco que quieran ir más allá.
"El segundo reino" de Rebecca Gable

Novela histórica, llena de intriga, acción y pasión. Ideal para situarse en la Inglaterra del siglo XI de la mano de una experta.

Revelaciones

Hoy me encuentro más triste y cansado que de costumbre, y por eso me permito hacer uso del blog, para expresar mis sensaciones, al igual que siempre se ha hecho con los diarios personales, mi blog -también personal- acogerá mis dudas y mis reflexiones. 
Se acercan los días de la Marabunta Navideña, el mes del bombardeo mediático a base de imágenes estereotípicas sobre el ideal de familia, el ideal de hombre y de mujer y hasta el prototipo idóneo de calzoncillos.
La calle a veces reproduce la idílica y falsa imagen que nos ofrecen los múltiples canales, cada vez más parecidos entre sí, de una televisión digital poliédrica: me deslumbran y aturden las luces artificiales u polimórficas que con sus simbolismos extraños nos inundan malgastadoras, las familias tradicionales paseando sus miserias bajo una capa de barniz navideño, los comercios en crisis engalanados de nuevo y los niños sonrientes e ilusionados... en espera de sus regalos... muchas veces inmerecidos.
En medio de esa aparente e idílica maqueta a tamaño real, me siento ajeno, extraño y ausente. Y mi alma de lobo estepario pasea silenciosa y fría entre humanos felices envueltos en una aura cálida y compartida. Y sigo caminando y me siento como un extraterrestre camuflado, com un tuareg solitario perdido en un inmenso y desconocido desierto de dunas humanas.

Una sensación de gélida soledad me invade y me inunda, mis huesos cuarentones tiritan y se quejan, se quejan mis pulmones, mi corazón se oscurece, pero mis pies siguen paseando acompañados de mis libros y de mi frío, en el camino solitario hacia la biblioteca.

Bajo las sábanas

Bajo la sábana hospitalaria, se consumía un sueño, el alargado hilo verdoso del pulsómetro arrastraba pesadamente el eco electrónico de  sus últimos latidos, anunciando el final de una larga y octogenaria melodía.


Una nueva derrota, un ciclo consumado y volátil que se agotaba como una hoguera de la que sólo quedaban las brasas incandescentes de los recuerdos:  aquél lejano niño que juega, junto a la pared blanca,  la sonrisa de una  madre amorosa, compañeros de juegos rescatados del olvido. El primer balón de cuero, se deslizaba invisible y etéreo bajo la árida sábana verdosa.


Rehaciendo la vida con la ajada pluma de la memoria, recogía de entre los escombros de su existencia, los atractivos y lejanos campos de la seducción y del deseo; el hechizo del primer beso, la frescura liberadora del sexo, la cautivación fascinante del amor y el sabor agridulce del enamoramiento.
Cuantos instantes capturados al tiempo, cuanto tiempo atrapado en un instante, cuantos días vividos en plenitud y también, cuantos momentos dolorosamente desaprovechados, arrojados al absurdo foso donde reposan las palabras que debieron no salir jamás y donde duermen para siempre aquellas otras que si lo debieron. Qué fácil hubiese sido pronunciar un simple “perdón”, susurrar “estoy contigo” gritar“nos vemos luego” o acariciar el oído de aquella mujer, ahora lejana, con un simple “te quiero”.



¡Ay viejo! dijiste ya adiós a tu gastado mundo, y tu corazón cansado ahora quedó quieto, ya no podrás oír el mundo nuevo que cerca de aquí se despierta, gritando a pleno pulmón con su primer lamento, junto a una nueva madre… ¡Ay viejo! te esperan tras la puerta luminosa, nuevos reencuentros y desencuentros, apura la Vida y quizás también el Amor, no malgastes tu Tiempo.

Rati, la diosa del Amor

Desde el lobulado pórtico de madera tropical y ondulados herrajes orientales, un
desordenado reguero de prendas blancas iluminadas por 69 velas de parpadeante luz
anaranjada, recorre el verdoso bambú que cubre el suelo de la oscura estancia.
La minúscula pieza interior de nívea tela de satén llega hasta la sábana de seda azul, en
la que se esconde un finísimo hilo nacarado semitransparente, que aún unía meloso el
sexo exánime del marino, con el muslo dorado de la sacerdotisa.
En el silencio de la noche de sus sueños, para el hombre, aún resuena el eco lánguido
y alargado de los suspiros tántricos y el fluir melodioso y acompasado de dos cuerpos
chocando dulcemente en la oscuridad.
La milenaria sabiduría hindú se transmutó e hizo carne, la diosa Rati de las múltiples
formas, se fundió con los amantes, creando múltiples formas de nombres extraños y
posturas imposibles.
Mientras el marino descansa y sueña sonriente, su respiración relajada y monótona
se mezcla con el silbido bífido de la sacerdotisa, que transformada en pitón de piel

brillante y multicolor le engulle, lenta, tiernamente, casi con cariño.

Toni Lázaro

Otelo

Esta mañana he despertado en el sofá con un petrificado bulldog francés llamado Otelo mirándome fijamente, con sus enormes y sobresalientes ojos negros de batracio a un palmo de mis pupilas dilatadas por el espanto.

La nariz chata, moqueando un hilo de baba espumosa de un palmo de longitud de un considerable grosor que le caía de la boca por el flanco derecho mientras emitía un sonido bronco, profundo, gutural, lastimero, mezcla de queja y de insinuación erótica, aunque simplemente se tratase de una justa reclamación de derechos.

Adentrandome en el frío aire mañanero, cierro lentamente la puerta de entrada y de salida ante la trufa amorfa y húmeda que remata su hierática mirada despidiéndome con un absurdo, ilógico e incomprensible: !hasta luego, Otelo!

La resaca electoral

Tras la agitada noche de recuento, de celebraciones y de lamentos más o menos explícitos, llega la resaca electoral, una resaca que puede durar años...
Veremos políticos que con el dolor de cabeza que les provoca dejarán de abrazar niños y de pasear por los mercados, dejarán de tocar la batería e incluso dejarán de mostrarse humildes y ahorrativos.
Algunos olvidaran sus promesas y otros con el paso de los meses y quizás de algunos años se dejarán llevar por los cantos de sirenas que provienen del dulce paraíso del poder.
Para todos ellos les recomiendo, aunque sea para la próxima vez, no emborracharse de promesas, de discursos grandilocuentes ni de populismo de estadio abarrotado por las masas.

Recuerden por lo que estamos en el estado en que estamos y trabajen por los que no pueden trabajar y por todos aquellos, que son muchos, que lo necesitan. Trabajen por esos niños que están en estado de pobreza en España, sin necesidad de ir demasiado lejos, esfuércense por los abuelos que cobran pensiones de miseria y por esos jóvenes sin rumbo y con un futuro incierto y sin esperanza.

Rati y Kāmadeva


El matrimonio de origen hindú, hacía  tan sólo 2 meses que había llegado a una de las pocas habitaciones dobles del moderno edificio acristalado junto al paseo marítimo. 
Descalzos caminaron sobre el parquet de bambú junto a la estantería donde se apilaban ejemplares de extraños caracteres y exóticas encuadernaciones en tonos dorados, naranjas, plateados, malvas y un sinfín de incrustaciones de lo más variado: nácar, perlas e incluso brillantes de pequeño tamaño.
Manuscritos muchos de ellos de incalculable valor escritos en idiomas antiguos, obras de Vatsianana, textos hindúes, budistas, jainas, bön. Tratados sobre el sexo tantrico y prabhanda, procedentes de la  India, Japón, Indonesia, Nepal … algunos manuscritos amarillentos en sánscrito...
Allí estaban entre otros el Vātsyāyana kāma sūtra, el Ananga Ranga, el Kalyana Malla, tratado hindú sobre el amor conyugal, el libro perdido sobre la voluptuosidad de autor anónimo, El Katab, sobre las leyes secretas del amor...
 En el resto de la habitación las paredes y el techo estaban forradas de pequeños espejos  superpuestos que multiplicaban en un delirio multicolor las mil y una pequeñas  lámparas de papel, velas y sahumerios que iluminaban a ras de suelo la gran alcoba de las que fluían vaporosos entre tenues y finísimos hilos anaranjados , verdosos,  glaucos… aromas de jazmín, de azahar, de patchouli y de sándalo …
Sentados uno frente al otro en la posición del loto, cerraron sus ojos y comenzaron a entonar simultáneamente un viejo y desconocido mantra tibetano …
Atarip ed sal saixalag…
Atarip ed sal saixalag…
Atarip ed sal saixalag…
Atarip ed sal saixalag…

En el centro del círculo carmín de sus frentes nació un minúsculo punto de luz color lila…
Mientras,  el monótono rosario proseguía su goteo inacabable resonando en el silencio de la habitación acristalada… Bajo la mirada atenta de una pequeña y antiquísima figura de la diosa Rati…
Atarip ed sal saixalag…
Atarip ed sal saixalag…
Dos cuerpos semidesnudos jugaban de manera lánguida,
Ajenos a
Los  centenares de de sombras ondulantes y
Y los miles de parpadeantes reflejos…
Las manos menudas se acercaron lentamente,  Entrelazándose los dedos.
El mantra parecía desvanecerse…
Acercaron también el  uno al otro sus sonrojadas  mejillas.
Susurrantes como plumas de polluelo los amantes se acariciaban el oído… con la  brisa de palabras ignotas.
Atarip, Atarip….
Los dos pequeños puntos de luz se fundieron en una única esfera luminiscente, las dos manos unidas juguetearon suavemente con la burbuja radiante y los labios sonrientes se encontraron por primera y única vez en la noche…
Las puntas de los dedos índices dibujaban paralelamente extrañas formas azuladas en la superficie de la creciente forma redondeada ahora del tamaño de un balón..
El mantra renacía de nuevo y proseguía su monótona evolución… en el silencio de la alcoba.
Las extremidades libres acariciaban cruzándose, pechos, hombros, vello trazando lentamente delicados arabescos sobre la piel sudorosa…
El glóbulo de energía, crecía, crecía de manera imparable… entre las palmas blancas y sedosas de dos maños unidas que parecían el reflejo especular de dos cuerpos gemelos…
Silencio…
Callaron sus labios, dejando lugar a una sonrisa, dulce, cándida, infantil y los dos cuerpos ahora desnudos se elevaron a un metro del suelo reflejados infinitesimalmente por los espejos y distorsionadas las líneas de su imagen corpórea  por la inmensa esfera, ahora ya de 4 metros de diámetro cubría y arropaba su exquisita unión tántrica, mística y espiritual…
Azul, verde, amarilla, blanca, la inmensa perla de Amor Puro se expandió como un quásar espacial, haciendo vibrar todos los espejos, aumentando el clamor ígneo de las velas y  apagándolas de repente en un torbellino de pétalos de flores fluorescentes…
Miles de estrellas rebotaron por los cristales del techo y las paredes, multiplicándose en cantidad y tamaño… la última planta  del edificio se iluminó como una hoguera fantástica, en mitad de la noche, el edificio entero parecía poco a poco encenderse y arder en un extraño e increíble juego de luces silencioso, que podría ser visible incluso desde la Luna llena que lo contemplaba…
La estructura cuadrangular se transformó por unos milisegundos en un inmenso pez globo henchido y erizado de ráfagas de luz…
Los dos ascensores empezaron a bajar y a subir de manera sincrónica, a una velocidad y a un ritmo acompasado inexplicable acelerando su velocidad cada vez más.
La puerta de la cochera se abría y cerrada golpeando contra el marco de hierro forjado con una cadencia voluptuosa y constante.
Los cláxones de los vehículos aparcados en las inmediaciones acompañaban  un  multicolor concierto de alarmas sonoras, aparatos de radio y luces intermitentes.
Una nube de mariposas multicolores invadió el patio de luces girando en una increíble danza helicoidal entorno a un cerezo florido surgido de la nada…
Los gatos maullaban en un inesperado e incomprensible celo. Los perros ladraban buscando calor.  Los peces de colores saltaban de sus peceras blanquecinas, los canarios, encerrados sin escapatoria, cantaban desesperados sus mejores trinos. Las tortugas se apareaban con el primer zapato que encontraban. Los hombres sudaban, sentían escalofríos  y temblaban , se retorcían, giraban y mordían las sabanas que ocultaban sus secretos henchidos.
Ellas suspiraban, tratando de respirar,  aspiraban a bocanadas  un aire candente, tratando de apagar el cálido rio de miel que circulaba entre los muslos,  cerca del vientre, para subir como la lava atravesando sus cuerpos hasta la aureola rosácea que coronaba unos pechos puntiagudos  y brillantes.
Los cuerpos transmutados eran, esa noche,  juguetes erectos, dulces y erizadas formas hipersensibles, por la  humedad y el éxtasis …
Estallaron las cañerías, el motor eléctrico de la puerta de los aparcamientos empezó a arder, los dos ascensores se incrustaron salvajemente atravesando buena parte de los cimientos, levantando una nube cegadora de polvo gris…
Los bomberos… Llegaron puntuales.
Como cada 2 semanas… volvieron a desalojar  con la parsimonia que da la costumbre a los 34 moradores de la residencia para ancianos del edificio Windsor…

Salían una vez más a la falsa seguridad de la calle, ordenadamente, sonrientes, relajados  y felices… sacudiéndose suavemente  y con extremo cuidado, adormiladas mariposas tropicales de grandes alas y pétalos rosados de cerezo.

Más sobre la muerte

La muerte desagrada, nos intimida y sobrecoge, por mercenaria, por injusta, por arbitraria y por el dolor y la sensación de soledad y de derrota que  nos deja.

Sin embargo creo que  la muerte, realmente nos ilumina, nos enseña más que nada y que nadie a valorar la vida, nuestra vida y la de los demás – quizás porque la misma muerte es la nada, la nada más absoluta y también es el todo, ya que todo lo vivo y todo lo conocido pasará o ya ha pasado inexorablemente por su boca oscura-

Ella nunca engaña, nos avisa, cual fiel amiga, nos acompaña susurrándonos suavemente junto al lóbulo sonrosado de nuestra oreja, despacito, con un hilo de voz meloso y sutil.

Otras veces, cuando viene de frente,  nos grita sonriendo: !Vive! Sí, vive, vive intensamente, ama, apasiónate, lucha, quiere, grita, respira, camina, acaricia, canta, salta, baila... con pasión, con dulzura, con alegría.
La muerte forma parte de ti y te aconseja y te mima y te recuerda que los segundos son regalos y las vivencias son solo impresiones o emociones pasajeras y que el presente es tu única eternidad … no hay más.

La muerte te escribe cartas y te canta canciones y te dibuja relojes, la muerte renueva, acaba, concluye, finiquita, recicla, revive, convida, reutiliza, genera lágrimas cómplices y compartidas y, sin duda,  la muerte, unirá tu muerte, mi muerte con la muerte de todos los demás.

Las cucarachas

Las cucarachas acostumbran a ser especialmente repulsivas para la mayoría de los humanos, ahora bien para mí no lo son en absoluto ¿qué ocurriría por ejemplo si algún día yo mismo fuera una rata enorme y peluda? Esa extraña  mutación o reencarnación no es probable pero si es posible. Que sucedería si la filosofía budista sobre el karma y el camino de superación a través de múltiples vidas fueran acertados, si esos calvitos tibetanos tuvieran razón. ¿Mi vida actual sin duda pecaminosa y llena de actos impuros me conduciría a renacer en el futuro -espero que lejano- en forma de roedor bigotudo?

Entonces en mi nueva vida encontraría las cucarachas, como lo que seguramente son, o debieran ser; un exquisito plato, nutritivo, crujiente, con proteínas, pigmentadas con un atractivo color negro brillante que le otorga la mejor de las presencias, además de variadas texturas crujientes para el paladar y lo más innovador, sería un excelente plato en movimiento. Tiembla… Ferran Adrià.

Las ratas

Esas mismas ratas, en las que podría reencarnarme, siempre han sido consideradas como unos mamíferos detestables, unos seres nauseabundos de comportamientos y presencia deleznable. Debo decir en mi opinión y en honor a la verdad,  que estos animalillos juguetones e injustamente rechazados, pueden ser muy útiles a nivel pedagógico, ya que constituyen un ejemplo perfecto que nos ayudará a entender cierto tipo de políticos y de financieros.

Las ratas al igual que los tecnócratas de la administración y del sistema bancario -tan admirados todavía por su presencia trajeada y su verborrea elegante, hicieron en su momento todo lo posible por alimentarse de cualquier comisión, subcontrata o concurso público que cayera de los sacos de grano del pueblo en sus incisivos de roedor. Subían  y bajaban de la calle a las alcantarillas del sistema, se reproducían como moscas colocando a sus familiares y amigos en ayuntamientos, consejos, diputaciones, mancomunidades, congresos, senados, generalidades, parlamentos, consejos superiores, tribunales supremos y agujeros pestilentes varios.

Ahora que el barco económico se hunde muchos de las elegantes y trajeadas señorías imitan la sana costumbre de las ratas navegantes de ser los primeros marinos en escapar de la nave perdida, arrastrándose por la superficie de las aguas tempestuosas hacia las tablas salvadoras de las pensiones millonarias, puestos de consejeros privados altamente remunerados o llevándose el grano y el queso hacia los paraísos fiscales de Ratilandia.

Defensa del martillo


A priori no me gusta darme con el martillo en la mano cuando clavo un clavo, pero si medito profundamente sobre este hecho expost-facto, defenderé cual sofista, este acto aparentemente accidental o irracional, desde la perspectiva de un alter-Ego respondón, abogaré contra este hecho francamente peligroso para la integridad física, recomendándolo a todos los amigos y conocidos, incluyéndote a ti paciente lector, argumentado que  el contacto de tus frágiles falanges y de tus uñas en forma de luna contra los doscientos gramos de  acero lanzado a una velocidad vertiginosas una experiencia única que pocos tratan de repetir que te hará sentirte vivo y en pleno contacto con el universo. Por otro lado, milésimas de segundo después del contacto de la carne con el metal, comprobarás con que velocidad tu cerebro te proporcionará toda una serie de palabras, insultos y otras degeneraciones malsonantes que creías olvidadas tras la educada capa del superEgo y su voluntad policial de controlar tus actos de acuerdo con las normas sociales de convivencia.  
Poco después de ese primer contacto físico, uno de tus miembros se hinchará enormemente, enrojecido y palpitante, tu respiración quedará entrecortada e incluso gritarás varias veces, y resoplarás, apretando los dientes en un acto puramente animal, ... Pruébalo, te gustará.

miércoles, 9 de abril de 2014

Bolero cuántico


BOLERO CUÁNTICO


Conducía arropado fugazmente por la falsa seguridad de mi vehículo, arrastrándome empujado por el reguero de luces alargadas que se desplazaban cabizbajas entre el callejón oscuro de los sueños y las ilusiones, las obligaciones y las monotonías…
Movía el sintonizador del dial, casi por instinto, a tientas, entre la oscuridad de la noche de otoño de un domingo espeso, oscuro, consciente de su propia extinción... Una emisora desconocida, encontrada al azar regalaba melancólicos boleros y sus notas lánguidas seducían poco a poco, suavemente.
Bajo el negro opresivo de un cielo deprimente,  se adivinan entre la tierra y las estrellas, descomunales  nubes de color lila y una voz femenina, dulce y tierna llenaba con sus notas de durazno la noche de mi soledad, despertando casi con dedicación apasionada ese dios interior escondido, quizás demasiado adentro.
Las luces rojas me despiertan del sueño y la sombra gris, metálica, amenazante, del tráiler de delante, se abalanza en un instante interminable, sobre mí, cristales rotos que como estrellas de hielo surcan el aire lenta, demasiado lentamente y me envuelven, poco a poco, mientras el cuerpo incontrolado, de plomo, golpea el volante, siento el olor a neumático quemado, oigo las notas distorsionadas del  bolero: palabras de amor… gasolina en el suelo ondulando al compás de las notas más graves, una chispa que cae entre el sonido de la guitarra de un bolero llamado Adiós.
 
Toni Lázaro
 
 

La muerte

Bajo la sábana hospitalaria, se consumía un sueño, el alargado hilo verdoso del pulsómetro arrastraba pesadamente el eco electrónico de  sus últimos latidos, anunciando el final de una larga y octogenaria melodía.


Una nueva derrota, un ciclo consumado y volátil que se agotaba como una hoguera de la que sólo quedaban las brasas incandescentes de los recuerdos:  aquél lejano niño que juega, junto a la pared blanca,  la sonrisa de una  madre amorosa, compañeros de juegos rescatados del olvido. El primer balón de cuero, se deslizaba invisible y etéreo bajo la árida sábana verdosa.


Rehaciendo la vida con la ajada pluma de la memoria, recogía de entre los escombros de su existencia, los atractivos y lejanos campos de la seducción y del deseo; el hechizo del primer beso, la frescura liberadora del sexo, la cautivación fascinante del amor y el sabor agridulce del enamoramiento.
Cuantos instantes capturados al tiempo, cuanto tiempo atrapado en un instante, cuantos días vividos en plenitud y también, cuantos momentos dolorosamente desaprovechados, arrojados al absurdo foso donde reposan las palabras que debieron no salir jamás y donde duermen para siempre aquellas otras que si lo debieron. Qué fácil hubiese sido pronunciar un simple “perdón”, susurrar “estoy contigo” gritar“nos vemos luego” o acariciar el oído de aquella mujer, ahora lejana, con un simple “te quiero”.


¡Ay viejo! dijiste ya adiós a tu gastado mundo, y tu corazón cansado ahora quedó quieto, ya no podrás oír el mundo nuevo que cerca de aquí se despierta, gritando a pleno pulmón con su primer lamento, junto a una nueva madre… ¡Ay viejo! te esperan tras la puerta luminosa, nuevos reencuentros y desencuentros, apura la Vida y quizás también el Amor, no malgastes tu Tiempo.

jueves, 3 de abril de 2014

Alios Ego Vidi Ventos

Alios ego vidi ventos

Hoy he decidido abandonar para siempre esta loca guerra y dedicarme a buscar la paz allí donde se encuentre.
No quiero más luchas, ni más dolor, ni persecuciones entre asteroides, ni peleas a muerte con espadas laser, quiero olvidar para siempre interminables travesias a través de estepas heladas. Quiero dejar  de caminar por desiertos de infierno hundiendome hasta las cejas en la arena naranja de las dunas ardientes.
Daré un golpe con el puño en el tablero de la consola táctica anularé la  la trayectoria preprogramada del Halcón Milenario y ordenaré al ordenador de a bordo girar 180 grados y me lanzaré en busca de lo desconocido, lo imprevisible y lo ignoto... mientras mi peludo y entrañable copiloto Chewaka refunfuña y me lanza miradas reprobatorias.
Sé que nuevos planetas aliados con el enemigo intentarán aprisionarme y que nuevas y devastadoras estrellas de la  muerte se cruzaran en el camino. Que incluso, de vez en cuando las oscuras naves de Darth Vader intentaran darnos caza y devolvernos a la zona oscura de la fuerza. Pero en este nuevo y último viaje no hay vuelta atrás.
Ahí estarás siempre mi hermano metálico AR2D2, proyectando la hermosísima imagen holográfica de la princesa Leia, junto a mi trato de tocarla inutilmente y sólo consigo dibujar corazones azulados junto a su boca.

El silencio cósmico, inmenso, omnipresente desaparece, de repente,  fulminado por las notas insumisas, de un timbre  de origen terrestre, la misma que nos avisa y aleja de  los amenazantes asteroides del sector B407.
En el intercomunicador, aún resuena el eco de un nuevo timbre mientras el holograma de tu cara sonriente se repite en un bucle infinito frente al manparo de mi cubículo de hibernación.
Tu sonrisa blanca, un dolor repentino y punzante en el brazo, dos tentáculos enormes me abrazan…

- La enfermera encargada de los enfermos más peligrosos sonreia intentando distraer al paciente  mientras le inyectaba el calmante y el celador  lo sujetaba con fuerza antes de que intentara escapar de nuevo desnudo por la puerta principal.