viernes, 14 de febrero de 2014

El último día.

En mis postreras horas quisiera poder mirar atrás y ser consciente de que una mano amiga entrecruzará sus finos dedos blancos con los míos ya ambarinos, acompañándome. Quisiera que el plástico fino de tu piel de Luna me regale una última caricia y que la esencia de tu perfume me sobrecoja una vez más aferrándose al aire de mis últimos respiros.
Soltaré el lastre de mis miedos y mis recelos, de mis incógnitas y mis preguntas, quemaré mi única nave y partiré al infinito o hacia la nada. Meteré en mi mochila cargada de recuerdos, el rojo carmín de tu sonrisa, las risas frescas de los hijos compartidos y de los que nunca tuvimos, las horas felices, los sueños y las alegrías, lanzaré al vacío las arañas negras que devoran en vida el interior de nuestros cráneos pelados y daré cuerda inútilmente el reloj ahora parado que me esperaba al nacer.
Dejaré escrito para ellos, nuestros pequeños, quizás unos consejos, que les ayuden a crecer, sin rabias, ni odios, apurando los instantes regalados en la antesala compartida de la muerte, para que sean ellos mismos y sepan encontrar su propio vía sin arrepentimientos ni complejos, sin caminos marcados, sin dejarse empujar, ni desviar por otras vidas inciertas sin destino por los intrusos, los comerciantes de almas, los pastores sin rebaño, los visionarios megalómanos y tejedores de envidias.
Dejaré escrito en mis besos sólo cariño y algunos recuerdos, que sean la música tierna y lejana que te acompañe al bailar nuevos boleros… Escribiré contigo, nuevos pasos, nuevos versos, lunas nuevas, dibujaremos juntos flores de loto en la arena, líneas infinitas en el horizonte y trazaremos mágicas constelaciones mirando hacia el cielo, desnudos en la hierba. Nadaremos en esas horas en extinción,  junto a los delfines trazando montañas rusas en el azul esmeralda de las olas.

Viviré este último día, cada día, mientras los frágiles hilos de  seda invisible que nos sujetan a la vida, aguanten. Hasta entonces, cada noche roja  será como si fuera la última y cada amanecer a tu lado, un renacer Venusiano.

No hay comentarios:

Publicar un comentario

¿Qué te ha parecido? ¿Qué piensas? Tu opinión es importante.